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Exposición: El libro español en el siglo quince
Artista: Lorenzo Homar (San Juan, Puerto Rico, 1913 - 2004)
Fecha: 1960
Dimensiones:
impresión: 28 1/2 × 15 7/8 in. (72.4 × 40.3 cm)
soporte: 28 3/8 × 15 13/16 in. (72.1 × 40.2 cm)
Medio: serigrafía
Donación:
Farmacéutica Smith Klein Beecham
Número de objeto: 3.2008.0855.2
Descripción
Cartel que anuncia la exposición El libro español en el siglo quince (1960), organizada por La Casa del Libro. Este reproduce un grabado del Improvatio Alcorani, de Ricoldo Florentino, libro impreso en Sevilla por Stanislao Polonia, en 1500, que forma parte de la colección de la Casa. En el grabado están las figuras de un monje y unos moros. Las letras diseñadas por Homar y ubicadas en el área inferior tratan de imitar a las originales del libro.
Cartel que anuncia la exposición El libro español en el siglo quince (1960), organizada por La Casa del Libro. Este reproduce un grabado del Improvatio Alcorani, de Ricoldo Florentino, libro impreso en Sevilla por Stanislao Polonia, en 1500, que forma parte de la colección de la Casa. En el grabado están las figuras de un monje y unos moros. Las letras diseñadas por Homar y ubicadas en el área inferior tratan de imitar a las originales del libro.
Notas
La Casa del Libro fue concebida para inspirar a los artistas, impresores, negociantes, estudiantes y al público en general con un respeto profundo y activo por la imprenta fina y el buen diseño de libros. En 1956 se organizó el grupo Amigos de la Calle Cristo 255 y se eligió una junta directiva. La Casa del Libro se inauguró oficialmente el 18 de abril de 1958, tras dos años de preparación con unos 4,000 ejemplares de libros valiosos.
Desde sus inicios, Homar y los otros artistas del Taller de Artes Gráficas establecen un vínculo muy importante con la colección. Su director, Elmer Adler, visitaba el Taller casi a diario y los orientaba sobre composición y tipografía. Además, los invitaba a examinar y estudiar los ejemplares que recibía. Allí estudian incunables, libros impresos desde la invención de la imprenta hasta el siglo XVI, hasta otras ediciones antiguas y modernas. Analizan el diseño, la caligrafía, las ilustraciones y el formato. Por otro lado, las colecciones de grabados que acompañan estos libros son también una lección para los artistas.
El Museo del Grabado Latinoamericano fue inaugurado en 1972 con motivo de la Segunda Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano. Su objetivo fue “fomentar y estimular el arte del grabado en Puerto Rico y a ayudar a los grabadores a sostener un fecundo intercambio de ideas y de técnicas con los demás artistas del grabado de nuestra América”. Estaba ubicado en la segunda planta de la Casa de los Contrafuertes en el Viejo San Juan.
(ver Ricardo Alegría, El Instituto de Cultura Puertorriqueña 1955-1973).
La Casa del Libro fue concebida para inspirar a los artistas, impresores, negociantes, estudiantes y al público en general con un respeto profundo y activo por la imprenta fina y el buen diseño de libros. En 1956 se organizó el grupo Amigos de la Calle Cristo 255 y se eligió una junta directiva. La Casa del Libro se inauguró oficialmente el 18 de abril de 1958, tras dos años de preparación con unos 4,000 ejemplares de libros valiosos.
Desde sus inicios, Homar y los otros artistas del Taller de Artes Gráficas establecen un vínculo muy importante con la colección. Su director, Elmer Adler, visitaba el Taller casi a diario y los orientaba sobre composición y tipografía. Además, los invitaba a examinar y estudiar los ejemplares que recibía. Allí estudian incunables, libros impresos desde la invención de la imprenta hasta el siglo XVI, hasta otras ediciones antiguas y modernas. Analizan el diseño, la caligrafía, las ilustraciones y el formato. Por otro lado, las colecciones de grabados que acompañan estos libros son también una lección para los artistas.
El Museo del Grabado Latinoamericano fue inaugurado en 1972 con motivo de la Segunda Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano. Su objetivo fue “fomentar y estimular el arte del grabado en Puerto Rico y a ayudar a los grabadores a sostener un fecundo intercambio de ideas y de técnicas con los demás artistas del grabado de nuestra América”. Estaba ubicado en la segunda planta de la Casa de los Contrafuertes en el Viejo San Juan.
(ver Ricardo Alegría, El Instituto de Cultura Puertorriqueña 1955-1973).
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