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1ra. Bienal del Grabado Latinoamericano

Artista: Lorenzo Homar (San Juan, Puerto Rico, 1913 - 2004)

Fecha: 1970
Dimensiones:
impresión: 30 1/4 × 22 3/16 in. (76.8 × 56.4 cm)
soporte: 32 × 23 1/16 in. (81.3 × 58.6 cm)
Medio: serigrafía
Donación:
Farmacéutica Smith Klein Beecham
Número de objeto: 3.2008.1249.1
Descripción
Cartel que anuncia la Primera Bienal del Grabado Latinoamericano en San Juan de Puerto Rico, auspiciada por el Instituto de Cultura Puertorriqueña. Sencillo cartel que presenta sobre fondo plata el logotipo de la bienal BSJ, en la parte superior leemos el texto titular dentro de un recuadro azul marino con letras con borde violeta.
Notas
Para la Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano, Homar diseñó los primeros tres carteles: 1970, 1972 Y 1974. La Primera Bienal tuvo la suerte de contar con cuatro diferentes variaciones de color de un mismo diseño. Estos fueron rojo, plata, verde y negro. Este ejercicio responde al interés de un artista por ensayar los diferentes colores con una realización sumamente cuidadosa y ver el efecto de tonos sobre las letras y el diseño gráfico en una misma obra. En realidad es un cartel sencillo, con el color de fondo, y el logotipo de la Bienal al centro.

La Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano fue uno de los eventos más importantes que se celebraron en la región caribeña pues propiciaba el intercambio de ideas y el contacto con diferentes artistas. La primera edición de la Bienial fue organizada por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) en 1970. Se seleccionó el grabado por ser una forma de expresión con un gran desarrollo, el cual ha alcanzado altísima calidad entre artistas puertorriqueños. La última edición de la Bienal se llevó a cabo en 2001. El concepto se transformó radicalmente y se reconceptualizó el proyecto con un nuevo nombre: Trienal Poli/Gráfica de San Juan, América Latina y el Caribe, inaugurada en diciembre de 2004.

Historia:Cuando Lorenzo Homar regresó a Puerto Rico en 1968, luego de un año sabático en Europa, sugirió a Ricardo Alegría, director del Instituto de Cultura Puertorriqueña en ese momento, que celebraran una exposición gráfica una vez al año o cada dos años, por ser este medio de expresión el más cultivado por los artistas puertorriqueños y los latinoamericanos. Alegría le comunicó la idea a Luigi Marrozzini, director de la Galería Colibrí, única dedicada a promocionar el grabado en Puerto Rico. Este, a su vez, habló con William Lieberman, director del Departamento de Grabado y Dibujo del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Todos ellos convirtieron la idea en algo verdaderamente grande: una Bienal de Grabado. Con el fin de asegurar la colaboración de entidades culturales y artísticas a través de la América Latina, se envió a Marrozzini a un viaje durante el cual se entrevistó con directores de museos y galerías, organizadores de diversas bienales, y coleccionistas de arte, además de artistas de renombre internacional.

Posteriormente se organizó una Comisión de Honor y un Comité Consultivo con miembros residentes en diversos países. Estos enviaron a la Comisión Organizadora los nombres de aquellos artistas grabadores que ameritaban ser invitados a participar en la Bienal, y que representarían a Latinoamérica en esta primera exposición. De otra parte, un comité de Puerto Rico sometió la lista de artistas puertorriqueños que se habían destacado en el arte del grabado. Se acordó que se nombraría un Jurado de Premiación, compuesto por siete personas, cada una de las cuales tendría derecho a adjudicar un premio. Se otorgaría, además, un Premio Especial a un artista puertorriqueño, decidido por al menos dos terceras partes de los jueces.Según se estableció en el Reglamento de 1969, firmado por Marrozzini y Alegría, se debía celebrar el evento cada dos años, convirtiéndolo en bienal. La Primera Bienal abarcó un periodo de diez años, “con el fin de presentar la producción de la década del sesenta, de gran significación en la historia del grabado latinoamericano, dado el hecho de que en ella se realizaron importantes desarrollos en el uso de nuevas técnicas y materiales”.

Desde sus inicios se estipuló que bajo la clasificación de grabado se incluiría toda obra gráfica a color, o en blanco y negro, hecha en su totalidad, o en su mayor parte, mediante procedimiento manual, y que correspondiera a las técnicas de gráfica en relieve, intaglio, planografía, estarcido, o cualquier otro procedimiento mixto o múltiple, aceptado. Los monotipos se excluyeron y las reproducciones no serían acogidas. Los participantes podían someter hasta cuatro obras realizadas durante los últimos diez años, cuyas dimensiones no excedieran de 29–1/2”x 39–3/8” (75 x 100 cm).

Podían participar en la Bienal los artistas nacidos en un país latinoamericano o de la región del Caribe, o cualquier artista extranjero que hubiese residido en alguno de dichos países durante los últimos diez años y que, en cualquiera de los dos casos, hubiese sido invitado a participar en la muestra por la Comisión Organizadora del mismo. Cada bienal presentaría, además, dos exposiciones-homenaje: una dedicada a un artista puertorriqueño y la otra a un artista latinoamericano. Esta bienal constituyó una demostración de desarrollo, tanto conceptualmente como en cuanto a la técnica artística. Congregó, además, en San Juan, importantes artistas, críticos y personalidades del mundo de las artes gráficas.

La Primera Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano se celebró del 16 de enero al 15 de marzo de 1970. Partiviparon 181 artistas, de 17 países, con 673 obras. El director del ICP era Ricardo E. Alegría. Se llevó a cabo en el Convento de los Dominicos, en el viejo San Juan. Allí se celebraron las bienales hasta 1981.
El Jurado Internacional estuvo compuesto por Umbro Apollonio, Director, Archivo Histórico de Arte Contemporáneo de la Bienal de Venecia; Arturo V. Dávila, Director, Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Puerto Rico; Elaine Johnson, Departamento de Dibujo y Grabado del Museo de Arte Moderno de Nueva York; Walter Koschatsky, Director, Museo Albertina de Viena; Zoran Krzisnik, Moderna Galería de Ljubljana de Yugoslavia; Samuel Paz, Centro de Artes Visuales, Instituto Torcuato di Tella, Buenos Aires; Chisaburoh Yamada, Museo Nacional de Arte Occidental de Tokio.
Los Premios se adjudicaron a Luis Camnitzer (Lübeck, Alemania, 1937/Uruguay), Mauricio Lasansky (Buenos Aires, Argentina,1914 – Iowa, USA, 2012), Arthur Luis Piza (Sao Paulo, Brasil, 1928), Lilliana Porter (Buenos Aires, Argentina, 1941), Omar Rayo (Roldanillo, Colombia, 1928–2010), Antonio Seguí (Córdoba, Argentina, 1934), Jesús Rafael Soto (Ciudad Bolívar, Venezuela, 1923– París, Francia, 2005).
El Premio Nacional lo obtuvo Marcos Yrizarry (Mayagüez, 1936 – San Juan, Puerto Rico, 1995).
Las Menciones se otorgaron a Jaime Romano (San Juan, Puerto Rico, 1942), Carlos Irizarry (Santa Isabel, Puerto Rico, 1938).
Las Exposiciones Homenaje se dedicaron a:
• José Clemente Orozco (Zapotlán, Jalisco 1883– México DF, 1949)
• Lorenzo Homar (San Juan, Puerto Rico, 1913–2004)





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